La prueba de esfuerzo es un estudio que se emplea para diagnosticar la enfermedad arterial coronaria mediante la evaluación del estrés físico, en este caso, con ejercicio. No obstante, en las situaciones en las que no es posible realizar actividad física hay algunos fármacos que pueden provocar estrés y así poder realizar el diagnóstico.
Este tipo de prueba suele solicitarse tanto en chequeos rutinarios, en presencia de síntomas que sugieren una cardiopatía o cuando se va a realizar una actividad deportiva de alta intensidad
Se trata de una prueba médica con un riesgo mínimo y raras veces el paciente sufre mareos, caídas o irregularidades en los latidos cardiacos. Solo en caso de que exista una enfermedad importante en el corazón, el paciente podría experimentar arritmias graves, síncope o dolor fuerte en el pecho, por tanto se trata de una prueba segura si se realiza con personal especializado.
¿En qué casos debe realizarse una prueba de esfuerzo?
- Pacientes con dolor de pecho, ya que podría tratarse de una enfermedad cardiaca. Bien sea con fines diagnósticos porque el dolor aparece a causa de un esfuerzo o para pronosticar, en caso de que ya se haya diagnosticado previamente una enfermedad coronaria.
- Personas con hipertensión arterial porque la prueba permite establecer el comportamiento de la tensión arterial en estrés que normalmente tiene que elevarse hasta ciertos niveles.
- Personas a las que les falte el aire mientras realizan algún tipo de esfuerzo, un síntoma habitual que a veces se relaciona con la mala adaptación a un tipo de ejercicio y en algunos casos puede ser síntoma de algunas cardiopatías.
- Pacientes que tengan el pulso lento, palpitaciones o trastornos del ritmo cardíaco en general.
- Personas sin una enfermedad aparente pero con riesgos de padecer una cardiopatía (diabetes, colesterol, antecedentes familiares, etc.), como chequeo médico rutinario o si van a realizar una actividad deportiva intensa.
¿Quién no puede realizarse una prueba de esfuerzo?
- Aquellos pacientes que no puedan realizar ejercicio físico.
- Que hayan presentado síntomas sugestivos de angina en reposo en las 48 horas previas a la prueba (dolor de pecho, opresión, etc.)
- Personas con fiebre, anemia o arritmia no controlada, entre otras dolencias.
Preparación de la prueba de esfuerzo y procedimiento
Los pacientes deben acudir a la consulta con ropa y calzado cómodo que sea apta para el ejercicio físico. Se deben evitar comidas pesadas antes de realizar el esfuerzo pero no es necesario acudir en ayunas y si tomas algún tipo de medicación no debes interrumpir el tratamiento, a no ser que se te indique expresamente.
En la prueba de esfuerzo, el paciente realizará ejercicio físico en una cinta de correr o en una bicicleta estática, se le colocan electrodos, como en un electrocardiograma convencional y un medidor de la tensión arterial. El especialista le irá indicando al paciente cómo debe ir realizando el esfuerzo, siempre de forma progresiva y aumentando lentamente la intensidad y terminando con una fase de desaceleración para la recuperación.
Si deseas realizarte una prueba de esfuerzo puedes acudir a nuestra clínica, solicitando aquí tu cita.